El pueblo de Hervás, situado en la provincia de Cáceres, en pleno valle del Ambroz, ofrece al visitante una multitud de encantos que no pueden olvidarse fácilmente.
Los amantes del turismo rural encontrarán en esta encantadora localidad una de las juderías más bonitas de España, una excelente gastronomía, un entorno natural sin igual y la tranquilidad de más de 20 casas rurales en las que relajarse.
El tesoro cultural de Hervás
El barrio judío de Hervás, uno de los mejor conservados de España y declarado Conjunto Histórico-Artístico, es el principal atractivo de este hermoso municipio. Un paseo desde la orilla del río Ambroz hasta la la iglesia de Santa María de Aguas Vivas nos hará recorrer sus desordenadas y empinadas callejuelas, llenas de casas de adobe y madera, que nos transportarán al siglo XIV, cuando casi 50 familias judías se instalaron allí hasta la llegada de la Santa Inquisición en 1492. En esta judería encontramos otros muchos tesoros culturales:
- La plaza de Hervás (siglo XIII), situada en el casco antiguo y con una tranquilidad perfecta para terminar un día de excursión.
- La iglesia-castillo de Santa María de Aguas Vivas (siglo XIII), situada en lo más alto del pueblo, es una edificación religiosa construida sobre un castillo templario. Aún conserva parte de la antigua muralla y ofrece unas bonitas vistas de Hervás y sus alrededores.
- El puente de la Fuente Chiquita (siglo XVI), sobre el río Ambroz, fue lugar de paso de la vía de Plata y aún conserva la lápida funeraria de Alonso Sánchez (benefactor del pueblo de Hervás).
- La iglesia convento trinitario (siglo XVII), que a lo largo de los siglos ha sido espacio religioso, casa de estudios de teología y filosofía, escuela pública, hospital, cuartel de la Guardia Civil y Ayuntamiento.
- El hospital franciscano (siglo XVIII) es un edificio histórico con un patio interior con mucho encanto.
- El palacio de los Dávila y Jardín de Roger Lecourtier es un edificio de estilo barroco que alberga interesantes pinturas y esculturas del siglo XX en el Museo Pérez Comendador-Leroux.
- El museo privado de la Moto y el Automóvil es una excelente opción para ir con los niños a visitar una exposición de más de 300 motocicletas y coches clásicos.
Si vas a Hervás en julio, acércate a la fiesta de Los Conversos. Estas jornadas se celebran para rememorar el paso de los primeros habitantes judíos por Hervás y el legado cultural que dejaron. La fiesta termina con una representación teatral acerca de la expulsión y conversión de los judíos a instancias de los Reyes Católicos. Esta obra se lleva a cabo en la judería en la que participan unas 400 personas, la mayoría vecinos del pueblo.
La riqueza natural de Hervás y alrededores
Hervás se sitúa en plena naturaleza, en el valle de Ambroz. Su altura máxima alcanza los 2.000 metros. Te recomendamos ir en otoño para disfrutar del espectáculo cromático, de ocres, rojos y amarillos, que ofrecen sus bosques de castaños. Buena muestra de la riqueza de la zona son el castañar Gallego, el castañar del Duque (que puedes descubrir realizando la pista forestal Heidi de 33 kilómetros) o los castaños -de entre 500 y 700 años- del Temblar, declarados Árboles Singulares de Extremadura.
Y si vas en verano, acércate a las piscinas naturales del valle de Ambroz y refréscate en sus frías aguas, procedentes de la sierra. Las más conocidas son la de Casas del Monte, la de Segura de Toro, la de de Abadía de Baños de Montemayor o la del charco de La Tejea, algunas con bastantes servicios para pasar un agradable día. Tampoco te puedes perder la cascada La Chorrera, a la que se llega a través de un sendero de unos 6 kilómetros.
Otros lugares de interés en la región son la ciudad romana de Cáparra o Granadilla, de origen árabe, con una muralla y un castillo almohades (siglo XV) e incluida en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados, por ser un mirador natural espectacular.
¿Qué comer en Hervás?
La gastronomía de Hervás también posee una gran calidad y una amplia tradición. Sus embutidos y los platos elaborados con ellos son uno de los estandartes culinarios de esta región: el salchichón, los chorizos rojos, las morcillas de calabaza y patateras. También las carnes y la huerta cobran protagonismo con el cochinillo cuchifrito, la caldereta de cordero, las patatas escabechadas o el zorongollo. Sus dulces destacan por los hornazos de pascua o el bollo de San Antón.