La Llavona

Casa rústica y tradicional.

Alfredo

Lo que más nos ha gustado es disfrutar del jardín con un buen libro después de pasar el día en la montaña. Lo que más agradecemos es el trato amable y cercano de nuestros anfitriones. Lo que más nos preocupa es encontrar el modo de volver algún día.

Remanso de paz y tranquilidad

Begoña Calvo Lasala

Somos una pareja de un pueblo de al lado de Zaragoza, estuvimos alojados en la casa a finales de junio. La casa está muy bien, decorada con todo detalle y muy limpia. Pero lo mejor de todo es su jardín y la tranquilidad y paz que se respira en él. Por la noche, los únicos sonidos que se escuchan es el canto de los pajaritos y los cencerros de las vacas. Los dueños muy amables y muy cercanos. Fenomenal, volveremos.

Remanso de paz entre montañas

Isabel Tofan

Somos una pareja joven de músicos que, totalmente quemados por los estudios y el calor madrileño, decidimos pasar aquí casi un mes y limpiar nuestros pulmones. Veníamos con expectativas de no hacer nada más que descansar y dar paseos, y Cabranes ha resultado ser la elección perfecta. Aunque hemos hecho algunas locurillas, siempre hemos tenido de nuestra parte a Jose y Charo, que nos han ayudado en todo lo posible. Han sido muy generosos con nosotros y hemos sentido mucha cercanía hacia ellos, como si fuéramos parte de la familia y de la aldea. Las mermeladas de Charo eran increíbles, ¡muchísimas gracias! Poder salir a comer fuera en el jardín a las 2 de la tarde es algo que en Madrid sería impensable, con unas vistas de montañas y valles que transmitían paz y traían sonidos de música y de la naturaleza. Como era la primera vez que veníamos, nos sorprendió lo limpio y ordenado que estaba todo. Pasamos muy buenos momentos en esta casa acogedora, que llevaremos con nosotros mucho tiempo. Esperamos volver a vernos, ¡un gran abrazo! Isabel y Alejandro

Descanso

Encarnación Rubio

Disfrutar de la naturaleza del jardín ideal para ir en pareja descansar . Muy bien situado para hacer turismos