Arriondas está situada a los pies del Sueve, en el Concejo de Parres, ubicado en la parte oriental del Principado de Asturias. Esta preciosa localidad tiene el honor de ser una de las zonas más verdes de la península ibérica.
Además, también posee la singularidad de ser la localidad que acuna una de las actividades conocidas internacionalmente: el increíble Descenso Internacional de Sella, que se celebra el primer sábado de agosto.
Pero ¿realmente vale la pena hacer una escapada rural en Arriondas? Estamos convencidos de ello y, por eso, te mostramos cinco razones por las que Arriondas será tu destino ideal para una escapada rural de ensueño.
1. Patéate uno de los pueblos más bonitos de Asturias
Arriondas, como sucede en la mayoría de los pueblos y villas asturianos llenos de encanto, tiene mucho que ofrecer. De hecho, la localidad es mucho más que su famoso descenso en piragua por el río Sella.
Y es que paseando por Arriondas encontrarás rincones con pequeños fragmentos de historia; desde el puente que cruza el río Sella, que va desde de la capilla de San Antonio, hasta el resto de la localidad, que condensa un gran número de casas construidas con capital indiano en la primera mitad del siglo XX.
Además, Arriondas tiene el tamaño perfecto para conocerla a pie. Te recomendamos que comiences tu ruta por el Puente Nuevo, donde tiene la salida el Descenso del Sella. Desde ahí, como ya hemos mencionado anteriormente, una buena propuesta es visitar la capilla de San Antonio.
Tampoco tiene desperdicio la calle Argüelles, que se erige como la vía principal de la localidad, donde podrás ver algunas casonas como villa Juanita, un precioso edificio señorial en perfecto estado. Si eres un fanático de las fotos a las estatuas, en los jardines del Hospital Grande Covián encontrarás un precioso monumento inspirado en los cafés de París de los años 20.
2. Saborea auténticos manjares asturianos
Sin duda alguna, Arriondas es una auténtica villa gastronómica. Tal es su tradición culinaria que ya tiene su propio restaurante con estrellas Michelín. De este último hay que destacar el interés por fomentar productos asturianos que suelen estar infravalorados, como puede ser el sabadiego (un chorizo negro). Asimismo, también hay que destacar su saber hacer alejado de los focos mediáticos.
Una de sus especialidades son los arbeyos asturianos (o guisantes, en castellano), que tienen un color verde intenso, una textura suave y un sabor dulce muy gustoso. Otro manjar que no puedes perderte de ningún modo son los tortos, elaborados con maíz de la zona. Lo más tradicional es combinarlos con un poco de chorizo y un huevo frito.
Para beber, como no puede ser de otra manera, debes probar la sidra. Existen algunas marcas de sidra con más de cien años de tradición, como Sidra Basilio, de Denominación de Origen de Arriondas. Esta sidra está elaborada con manzana del oriente de Asturias, que resulta difícil de encontrar fuera de esta zona.
3. Atrévete con los deportes de aventura
Arriondas es un enclave privilegiado para los amantes de las actividades al aire libre y los deportes de riesgo. Su proximidad con el Parque Nacional de los Picos de Europa lo convierten en un punto de partida perfecto para conocer la comarca y planificar excursiones. Además, en la zona podrás practicar algunos deportes de aventura como barranquismo, escalada, canoa, paseos en hípica, rutas en BTT y un largo etcétera de actividades en un entorno único.
Arriondas cuenta con numerosas rutas para hacer senderismo. La mayoría de las rutas de la zona discurren a través de recorridos cómodos y transitables. Además, muchas de ellas tienen la posibilidad de enlazarse entre sí, por lo que los recorridos pueden alargarse a voluntad. Esto es así porque la mayoría de ellas discurren en su totalidad en los límites del precioso paisaje protegido de la sierra del Sueve.
4. Alucina con las vistas del Mirador del Fitu
A más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, el mirador del Fito ofrece una visión espectacular de 360º. En tu vista se abrirán más de 100 kilómetros de costa acantilada y playas, y otros tantos de montaña con vistas a la Reserva Natural del Sueve, el Parque Natural de Ponga y el Parque Nacional de los Picos de Europa. También podrás localizar las villas de Ribadesella, Caravia, Colunga y Villaviciosa (en los días más claros se puede llegar a ver hasta Gijón). Y, más al sur, los preciosos parajes de Parres, Cangas de Onís y Covadonga.
Desde este increíble enclave podrás realizar un plano secuencia sin cortes donde verás todos los elementos básicos del paisaje asturiano: prados verdes, bosques, mar, montañas, valles y pequeñas poblaciones salpicando el paisaje. Sin duda alguna se trata de un entorno natural donde los hoteles y los grandes rascacielos brillan por su ausencia. Sin embargo, la zona posee varias casas rurales llenas de encanto, perfectamente adaptadas a la arquitectura de la zona y con todas los lujos y comodidades de cualquier hotel.
5. Descubre la sierra del Sueve
La sierra del Sueve, a sólo 4 km de la costa de Colunga, se levanta sobre el nivel del mar por encima de los 1.000 metros. La cota más alta y más cercana al mar de todo el litoral asturiano es el picu Pienzu. Te recomendamos que intentes llegar a esta increíble cima, asequible para cualquier excursionista. El esfuerzo vale la pena, ya que desde lo más alto del Picu Pienzu tendrás a tu alcance una de las mejores panorámicas de todo el Cantábrico.
En la misma sierra también encontrarás un inmenso espacio protegido de más de 810 kilómetros cuadrados de extensión. En la zona hay mucha fauna y especies que es muy difícil de encontrar en otros lugares.
Y es que, si hay suerte y no eres un visitante ruidoso, toda la zona del Sueve se convierte en un increíble observatorio de fauna salvaje. Otra de las especies que puedes llegar a ver por la zona son los famosos asturcones; uno de los caballos más famosos antiguos y puros del mundo entero, del que se tienen referencias históricas que se remontan a más de 2.000 años atrás.