72 Alojamientos en Valle de Baztan

Hablamos de la Navarra verde, vecina del mar Cantábrico. La del clima suave y húmedo todo el año. Y nos anclamos en el valle de Baztan. Tierra de palacios y molinos, hidalgos y contrabandistas. Tallada entre los puertos de Belate y Otsondo. Alejada unos 50 kilómetros de Pamplona capital. Con 15 localidades en su seno, capitaneadas por Elizondo, con el corazón partido por el río Baztan. 

Ni que decir tiene que aquí estarás a buen recaudo: los baztaneses o baztandarras son gente muy amable y amante de su tierra y sus costumbres, ¡y te lo van a demostrar! Un primer paso es ver cómo llegar… 

Desde Pamplona, con tu coche, encárate hacia Francia siguiendo la N-121A hasta Oieregi, y ahí toma la N-121B, que cruza el valle de Baztan. Otra buena opción es aterrizar en Pamplona en avión (el aeropuerto está en Noain, a 6 kilómetros de la capital) o en tren y cubrir el resto de trayecto en autobús, con las compañías La Baztanesa o La Burundesa.

Para tomar perspectiva

Vas a moverte por las faldas y los pies de cumbres de unos 1.000 metros (quizás llegues a nucas y frentes si eres un intrépido). Y de vez en cuando toparás con bordas y caseríos, bosques y cultivos. Y con ganado, que, cómo tú, campea a su aire. Todo bien apaisado, gozando del verde del espacio, pese a que el metro cuadrado ande o no caro. 

Seguramente te apetezca despegar un poquito para tener una mayor idea de dónde te has metido. Estos son algunos de los clavos en los que hay que dar: el puerto de Otsondo (en el que tu mirada se deslizará hacia la costa), la cima de Gorramendi… 

...Y el mirador del Baztan (a 2 kilómetros del bonito núcleo de Ziga), que es uno de los 35 puntos recogidos en la Ruta de los Paisajes de Navarra: Agua y Miradores. Entre los otros 34 se encuentran la hermosa cascada de Xorroxin (en Erratzu) y la magia del Sendero al Infernuko Errota, con un molino casi suspendido en el vacío y otra cascada incluidos. 

¡Pasen y vean!

Porque cada rincón del mundo tiene su historia y este valle tiene unos cuantos secretos que contarte. ¿Qué tal si lo hace mostrándote su patrimonio? 

• Testimonios de poblados prehistóricos: los megalitos de Erratzu-Alduides y los dólmenes de Izpegi. 
• Metas por colinas y prados.
• Puentes medievales de piedra.
• Testigos del paso del Camino de Santiago Baztanés, como la ermita de Santiago de Azpilikueta y el hospital de peregrinos de Elizondo.
• Perlas de arte religioso: iglesias como la de San Lorenzo (Ziga) y conventos como el de Nuestra Señora de los Ángeles (Arizkun). 
• Cuevas próximas han tejido su historia con la brujería o con contrabandistas: como la de Ikaburu (Urdazubi-Urdax) y la de Akelarrea (Zugarramurdi).
• Grandes espacios señoriales donde se resolvían conflictos fronterizos en la edad media: fortalezas como el castillo de Amaiur y palacios de cabo de armería como los de Jarola y Ascoa (Elbete), el de Ursúa (Arizkun) y el de Jauregia (Irurita). También destaca el palacio Jauregizar (Arraioz). 
• Molinos de postureo o aún en activo.
• Construcciones que hablan del entorno, como la casa Puriosenea (“casa de los moros”), ahora Museo Etnográfico de Baztan (Elizondo), donde también se muestra la realidad del valle pintada con el pincel de Javier Ciga.

Elizondo señorial

Hermosa entre hermosas, no esconde su pasado más chic alimentado por indianos que acarrearon grandes fortunas desde América. Una muestra: el palacio de Arizkunenea, hoy Casa de Cultura del Valle de Baztan. En la parte trasera, te espera una fabulosa vista del río y sus puentes. 

En su arquitectura popular reina el blanco de los muros bajo un tejado a dos aguas. Un lienzo en el que sobresalen balconadas de madera, blasones con armas del valle y sillares rojizos en las esquinas.   

Aquí tienes una cita obligada: el Baztandarren Biltzarra (julio), con mutildantza al son del txistu y desfiles de carrozas llenos de color donde no falta ninguno de los 15 pueblos que pueblan el valle. Puede ser una inmejorable ocasión para probar el txuri-tabelz, un guisado con tripas de cordero, o su urrakin egina, el mejor chocolate con avellanas de Navarra.  

Rutas de brujas, peregrinos y contrabandistas

El Pirineo navarro te lo va a poner fácil en tus andaduras, porque sus crestas se postran delante del mar con suavidad. Para tener una idea un poco global, puedes recorrer la ruta de Bertiz, Baztan, Urdax, Zugarramurdi y Cinco Villas (1 día). Te ofrecerá un pedacito del Pirineo Occidental lleno de vida, hechizos y nobles caseríos. 
 
Además, podrás escoger seguir los pasos de brujas, con la Ruta de la Brujería (cuatro itinerarios, el segundo pasa por el valle de Baztan); de peregrinos, en el Camino de Santiago Baztanés (que arranca en Bayona y atraviesa el puerto de Dantxarinea); de una cultura pastoril milenaria, con la Ruta Abartan (12,60 kilómetros, partiendo de Ziga), o del contrabando transfronterizo, en la ruta que enlaza las cuevas de Sara, Urdax y Zugarramurdi.  

O móntate en una bicicleta y sigue el trazado del Tren Txikito (Elizondo-Irun) y del río Bidasoa a través de la Vía Verde del Bidasoa (39 kilómetros), que se expande entre el País Vasco y Navarra.  

Arizkun y el magnetismo de los agotes

Si merodeas por este valle y te sientes atraído hacia Arizkun, ten la certeza de que no es del todo casual. Hay quienes mueven los hilillos de tu voluntad como si de un títere se tratara… ¡Y tienen buen gusto! Se trata de los agotes, unos antiguos pobladores de orígenes inciertos aún presentes en las creencias populares. 

Una vez aquí, da rienda suelta a la tradición sumergiéndote en el Parque Escultórico de Xabier Santxotena, que exhibe la mitología vasca en forma de esculturas talladas en madera, como mujeres con cuerpo de pez (lamias). 

Además, si tu incursión coincide con su carnaval ancestral, puede que veas corretear un hartza (“oso”), su personaje principal, detrás de ti. ¡Ándate con ojo!