Arroyo Frío es una pequeña pedanía del municipio de La Iruela, en Jaén, con una fuerte tradición artesana del esparto que proviene de los montes que la envuelven.
Se trata de una localización excelente para una escapada rural, ya que se encuentra en el centro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas (declarado reserva de la Biosfera por la UNESCO) y tiene varios accesos naturales a la sierra de Cazorla. Así, se convierte en un mirador espectacular de la naturaleza jiennense y un lugar que se ha preparado a conciencia para hospedar a los más exigentes amantes del turismo rural.
Arroyo Frío, un lugar privilegiado para disfrutar de la naturaleza
Por Arroyo Frío pasa el río Guadalquivir, así que si vas en verano date el capricho de refrescarte en sus aguas. Y si vas en otoño, te maravillará el paisaje que se tiñe de contrastados ocres, rojos y dorados. Esta pedanía también está rodeada de las grandes montañas del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas.
Desde cualquiera de las calles de Arroyo Frío, puedes empezar la excursión hacia el parque, de 209.920 hectáreas, y dejarte seducir por las enormes cimas de más de 2.000 metros, los verdes pinares, los profundos valles y la gran cantidad de especies de setas.
Los aficionados al avistamiento de aves disfrutarán con el vuelo del quebrantahuesos, el águila real y el buitre leonado, que surcan los cielos de la sierra. También es fácil pasear junto con ciervos, cabras montesas, muflones, gamos y jabalíes.
El parque ofrece al visitante más de 50 itinerarios de senderos y pistas de varios niveles que recorren los mejores paisajes. Algunas puedes hacerlas a pie y otras en BTT o 4x4. De entre todas ellas destacamos el sendero Bosques del Sur - GR 247, la ruta senderista circular más grande del parque. La pista, de 478 kilómetros y 21 etapas, puede realizarse en cualquier época del año a pie o a caballo.
Esta excursión, que puede partir desde Arroyo Frío, nos adentrará en la rica biodiversidad de los bosques del parque; en sus enclaves naturales más importantes, como los nacimientos de los ríos Guadalquivir y Segura; y en su patrimonio cultural de castillos y aldeas.
¿Qué ver cerca de Arroyo frío?
Una escapada rural a Arroyo Frío da para mucho, pues además de poder disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, la zona tiene un notable patrimonio cultural, herencia de las culturas íbera, romana y árabe, que se asentaron allí.
El municipio de La Iruela alberga varios monumentos históricos de gran interés turístico como el castillo de la Iruela y su torre del homenaje, ambos de origen templario y declarados Monumento Histórico. Dentro del recinto amurallado es de interés también la iglesia de Santo Domingo.
En Chilluevar lo más destacable es la pila bautismal (siglo XVIII) de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, los restos arqueológicos del yacimiento romano de Los Almansas, la calzada y puente romanos en el río Cañamares y la torre del Duende.
Cazorla tiene un pintoresco trazado urbano que proviene del periodo de al-Andalus, bastará con pasear por sus plazas y callejones para contemplarlo. En él encontramos el castillo árabe (siglo XI), el castillo de las Cinco Esquinas (de base pentagonal), las ruinas de la iglesia renacentista de Santa María la Mayor, la iglesia de San Francisco (XVII), la casa de las Siete Fuentes y varios palacios, como el de las Cadenas o el de la Vicaría.
En Quesada no puedes perderte la villa romana Bruñel (siglo II), a 640 metros de altitud sobre el nivel del mar. Y, en Toya, una pequeña aldea de Peal de Becerro, te maravillará la necrópolis ibérica y su castillo, ambos declarados Bien de Interés Cultural.
Turismo gastronómico en Arroyo Frío
La rica y tradicional gastronomía de Arroyo Frío siempre está impregnada de aceite de oliva virgen extra con Denominación de Origen Sierra de Cazorla. No pueden obviarse sus quesos, sus patés caseros, sus embutidos y la setas, que abundan en la zona.
Tu escapada rural será un experiencia inolvidable si pruebas el guiso de tallarines, con base de pimiento, tomate y níscalos de la sierra; la gachamiga, una torta de patata que acompaña los torreznos, los chorizos y las morcillas de matanza; el rin ran, un puré de patatas con pimientos rojos secos; o los huevos serranos con chorizo y panceta. Y como postre, flores de lis, leche frita o roscos con azúcar.