Casa Rural Espargoiti I-II

Fin de semana familiar

Begoña Bergua

Reservamos las dos casas en un viaje familiar muy numeroso. El alojamiento es fabuloso. Las dos casas son super especiosas, las habitaciones muy grandes, y con baño completo en casa cada habitación! Podiamos juntarnos todos en cualquier de las dos casas para estar juntos. El pueblo está cerquita de Pamplona y super bien localizado para descubrir la provincia. Los dueños nos dieron todas la facilidades, y fueron muy atentos. Es un sitio super recomendable.

Todo perfecto

Margarita Yoldi

La casa es muy, muy espaciosa y está preparada para una estancia cómoda de familia o amigos. En nuestro caso eramos un grupo familiar amplio con 3 niños. El número de habitaciones, además con baño, fue muy de agradecer por la independencia que nos permitió. Fueron unas vacaciones estupendas, porque Salinas es un pueblo bonito y muy bien situado para hacer excursiones. En la casa, todo nos resultó confortable y muy tranquilo. A destacar: la amplitud de las camas, las toallas y sábanas blancas con fundas nórdicas (para un edredon fino de verano), la luz en las mesillas y baños inmaculados. De los propietarios, Iker y Carlos, decir que fueron encantadores en todo momento es poco.¡¡ Muchas gracias a los dos!!

Maravilloso lugar

Chelo García

Las casas comodisimas, habitaciones amplias, muy limpio y cuidado. El pueblo precioso y el enclave genial. El dueño y su familia nos han dado un trato inmejorable. Muchas gracias. Me gustaría volver.

Genial para familias y grupos grandes

Jose Miguel Tejero

Hemos pasado unos días en agosto en la casa Espargoiti II la familia al completo celebrando las bodas de oro de mis padres. Eramos 10 adultos y 6 niños ... y no hemos podido escoger un sitio mejor. La casa es comodísima para grupos grandes. El salón con sitio de sobra, las habitaciones espaciosas con camas supercómodas y con baño en todas ellas! La situación de la casa ideal para visitar un montón de sitios desde el los distintos valles del prepirineo navarro hasta pueblos preciosos como Olite o Sos del Rey Católico, pasando por la Selva de Irati y por monasterios como el de Leyre o castillos como el de Javier. Pero a resaltar por encima de todo está la atención de Iker, pendiente absolutamente de todo lo que puedas necesitar, ya sea desde recogerte el pan hasta enseñarte su granja con toda la paciencia del mundo. Lo dicho, es una casa totalmente recomendable. Si la elegís no fallaréis.