Hostería SPA El Pomar

Una Semana Santa perfecta

Alvaro Pedroche

Unaa Semana Santa perfecta. Si tuviera que recomendar un lugar donde hospedarse en Cantabria, sin duda sería la Hostería El Pomar. No sólo por estar en un punto intermedio entre Comillas, Santillana del Mar, Cabárceno, las Cuevas de Altamira, Suances o San Vicente de la Barquera, sino también por el propio alojamiento. Martín, el dueño, no escatima en cuidar hasta el más mínimo detalle, desde la colocación de las toallas del SPA (que por cierto sales completamente renovado de sus aguas, baño turco, sauna y jacuzzi), hasta la decoración. En cuanto a la habitación, es difícil describirla con palabras. Con tres paredes totalmente acristaladas, las vistas eran de ensueño. Nosotros fuimos dos adultos y dos niños, y en ningún momento se nos hizo pequeña. Además, aparte de contar con calefacción, había un pequeño calefactor por si los radiadores no eran suficiente. Por otro lado, el desayuno (también incluido en el precio) era más que suficiente (napolitanas de chocolate, quesada típica de la zona, zumo recién exprimido, chocolate con churros, tostadas, ensaimadas, fiambre y fruta). Y no quiero despedirme sin hacer una especial mención al personal de la Hostería, siempre atentos y sin parar de trabajar ni un solo segundo. Pese a tener todas las mesas llenas y hacer más kilómetros que un fondista, en sus caras no faltaba una sonrisa. Sin duda es un sitio que recomiendo 100%

No es lo que esperaba

Paqui Rodriguez Granado

De este lugar tengo que decir que esta situado en un entorno muy bonito y agradable. Las zonas comunes están bastante cuidadas.El desayuno muy completo y de calidad. El personal atento. En cuanto a la habitación puedo decir que es pequeña, con la ropa de cama muy usada,el cuarto de baño muy antiguo y descuidado. Se oye todo lo que ocurre en las habitaciones colindantes. La relación calidad precio no es adecuada. He pagado € por habitación que no lo merece. El spa hay que pagarlo aparte y con uso limitado en cuanto a horario.

Hostería con encanto

Izaskun Delquinto

Habitación amplia y bonita. Nos alojamos con tres niños y no tuvimos problema de espacio. Los desayunos y cenas muy ricos. El jardín y piscina estupendos. Y el personal super amable.

Estancia mala

Esmeralda

Al llegar buen impresión. Sitio precioso, el jardín y los alrededores, el edificio de piedra bien integrado pero al entrar en la habitación.....Enseguida te das cuenta de lo viejo que es, puertas antiguas de llave, un lavado de car con papel forrads las paredes, colchones antiguos de muelles salidos, baño viejo y sucio, ducha que se cae y está sujeta con una pinza del pelo, sin una repisa donde dejar nada ni una percha en el baño.....Y sólo costaba 120€ noche. He pagado menos por más muchas veces. Imposible dormir, se oye todo todo todo incluso en volumen normal