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Almería es uno de los destinos idóneos para una escapada rural. Sus playas vírgenes del Levante, la mezcla entre el mar y el desierto, las lagunas saladas donde se concentra una rica fauna y el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar son algunas de sus joyas naturales que han convertido a esta región de Andalucía en un destino cinematográfico.

También es tierra de cultura. Debido a su posición estratégica, a orillas del Mediterráneo, Almería albergó a numerosas civilizaciones como los romanos, fenicios, bizantinos, visigodos y musulmanes, cuyos restos aún se conservan en algunos de los pueblos de la región.

Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es uno de los mayores tesoros de Almería. Está libre de urbanismo y de la masificación turística, por lo que cuenta con 50 kilómetros de costa acantilada con playas espectaculares como Las negras, la cala de San Pedro, la cala del Cuervo, Mónsul y la playa de los Genoveses.

El vulcanismo, apreciable en algunas de ellas, permite su gran variedad geológica y la existencia de una flora endémica. En las salinas de Cabo de Gata se pueden observar flamencos. El ecosistema marino, en cambio, está compuesto de variedad de especies de peces, moluscos y crustáceos.

En el corazón del parque se halla Rodalquilar, un antiguo centro minero dedicado a la explotación del oro. En la entrada del pueblo aún se conservan muchas de las casas de estos antiguos mineros, mientras que parte de las estructuras utilizadas para la extracción de los minerales - hoy en ruinas - son uno de los atractivos turísticos de la zona.

A 5 kilómetros de Rodalquilar encontramos el Cortijo del Fraile, donde Federico García Lorca ambientó sus Bodas de sangre. Otros puntos de interés dentro de Cabo de Gata-Níjar son las torres de vigilancia, construidas para frenar a los piratas berberiscos, así como los molinos harineros.

El pueblo más grande de Cabo de Gata-Níjar es San José, de tradición pesquera y con cierto aire bohemio. Aquí es donde se concentran muchas de las casas rurales del parque. Algunas de ellas con alquiler de bicicletas, equipo para realizar esnórquel, submarinismo, etc.

Otros espacios naturales

Si por algo se caracteriza Almería es por sus grandes espacios naturales idóneos para el turismo rural. Uno de los más conocidos es el desierto de Tabernas, conocido como el Hollywood europeo y como la capital del spaghetti western. Algunas de las películas que se rodaron en él son El bueno, el feo y el malo, Lawrence de Arabia, Indiana Jones y la última cruzada y Conan el bárbaro, entre otras.

Sierra Nevada también está dentro de los destinos más demandados de la región. El conocido como el paraíso del senderista ofrece localidades como Laujar de Andarax, la capital de la Alpujarra Almeriense, donde se pueden visitar restos arqueológicos de la época romana. Este pueblo fue elegido como lugar de retiro de muchos reyes, debido a su tranquilidad.

Aunque si hay un lugar con encanto en Sierra Nevada, entonces este es Abrucena. Situado en su falda norte, sus pequeñas calles son como un ovillo repleto de casas de color blanco que otorgan un color especial al pueblo durante el día. Desde él parten algunas rutas de senderismo para disfrutar de la montaña y del área recreativa La Roza.

En la Sierra de los Filabres encontramos Laroya, que se extiende por una ladera donde se cultivan olivos y almendros. El pueblo vive del turismo rural, por lo que es posible encontrar variedad de casas. Por último, otro de los espacios que no se pueden dejar de visitar en Almería es la Sierra de María-los Vélez, una fusión de paisajes y culturas donde está Vélez Rubio y Vélez Blanco. En este último es donde se conservan las pinturas rupestres de la cueva de Ambrosio y la cueva de los Letreros, esta última declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En sus interiores está la preciada imagen del Indalo, uno de los símbolos de Almería.

Mojácar, uno de los pueblos más bonitos de España

Compuesto de casas blancas, calles estrechas y decorado con flores de todos los colores, Mojácar pertenece a la asociación de Los pueblos más bonitos de España. Está situado en la costa almeriense, por lo que cuenta con más de 17 kilómetros de playas y calas.

Su entorno privilegiado también incluye paisajes de interior como las profundas ramblas de Sierra Cabrera y los humedales de la Laguna del Río Aguas, donde se pueden observar numerosas especies de aves, así como la tortuga mora, localizada en zonas algo más secas.

El carácter alegre de los almerienses

Como andaluces, los almerienses también llevan el arte en la sangre. Su carácter abierto, la alegría y su hospitalidad hacen que viajar a Almería sea toda una experiencia. La cultura tampoco se entendería sin su folclore, de ahí a que esta región del sur de España cuente con un montón de fiestas, muchas de ellas de carácter religioso, y ferias gastronómicas.

El mar es el principal recurso de la cocina de Almería. El pescado a la plancha es imprescindible. Otros platos que no hay que dejar de probar son las migas, las chacinas, las tortas de chicharrones o los barquillos, todo acompañado de un vino, alguno de ellos cultivados en estas tierras.