Torre de Centum Cellas, el lugar más enigmático de Belmonte (Portugal)
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07.11.2023
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En el pueblo de Colmeal da Torre, en el municipio de Belmonte, a una hora de la frontera con la provincia de Salamanca, se encuentra un lugar único que atrae a visitantes de todo el mundo. No sólo por su belleza, sino fundamentalmente por su misteriosa y enigmática historia.
Con 12 metros de altura y construida en el siglo I, la torre de Centum Cellas encierra siglos de leyendas, mitos e historias que se han transmitido de generación en generación pero, a día de hoy, la funcionalidad de este lugar sigue siendo un misterio.
A lo largo de los años, las innumerables leyendas que llenan el imaginario de la población de la región también han contribuido a perpetuar el misterio que rodea a la torre.
En entrevista con EscapadaRural, Elisabete Robalo, arqueóloga del Ayuntamiento de Belmonte, da algunos ejemplos de estas leyendas: se dice que en esta torre estuvo preso el Papa San Cornelio (debido al topónimo Cellas que hace referencia a prisión); que en la puerta de la torre se esconde un becerro de oro; que quien construyó el edificio fue una mujer con su hijo a la espalda y que su sombra trepaba montañas.
Sin embargo, para la arqueóloga, más importantes que las leyendas son las diferentes teorías sobre la funcionalidad de la torre de Centum Cellas. En 1874, el historiador Pinho Leal atribuyó a la torre la función de atalaya -lugar alto desde donde vigilar-, creyendo que había sido construida por el rey Don Dinis, pero que originalmente era de fundación romana. Pinho Leal creía que a su alrededor habría existido un pequeño pueblo.
Elisabete Robalo considera que es muy probable que, durante la época medieval, la torre fuera utilizada como atalaya, posiblemente al mismo tiempo que se construyera la iglesia, dedicada a San Cornelio, de la que también se pueden encontrar restos en el lugar. “De hecho, las excavaciones realizadas en el lugar demostraron que la torre no era un elemento aislado, había restos a su alrededor, algunos ya destruidos con la construcción de la carretera”, concluye la arqueóloga.
En 1928, el arqueólogo Virgílio Correia ha informado que el sitio habría sido un santuario. Para el general João de Almeida, en 1945, esta habría sido la torre donde estuvo encerrado el Papa San Cornelio, como creía la gente, de ahí que también fuera conocida como torre de San Cornelio.
Ya en 1962, el arqueólogo Adriano Vasco Rodrigues creía que podría tratarse de un praetorium (campamento romano) situado junto a la calzada romana. Para Elisabete Robalo, esta explicación tiene mucho sentido, ya que “Centum Cellas estaba situado cerca de la calzada romana que unía Mérida con Braga y en sus proximidades se identificaron miliarios”.
En 1964, Aurélio Ricardo Belo excavó en el sitio por primera vez y observó que la torre no era un edificio aislado. Para el arqueólogo, el sitio habría sido una mansio, un tipo de posada, del siglo I al V. Años más tarde, en 1990, Vasco Mantas también defendió la tesis de que habría sido una mansio.
Todavía en 1984, el arquitecto Calais encontró paralelismos entre la torre y construcciones egipcias y griegas, afirmando que se trataba de un templo.
Ya en 1988, el historiador y arqueólogo Jorge Alarcão creía que se trataba de una villa romana. Esta idea también fue apoyada por Helena Frade, que excavó en el lugar entre 1993 y 1994. Esta arqueóloga afirma que la torre sería el núcleo central de la casa de un rico propietario, alrededor del cual se encontraban otras estructuras que sustentaban la villa. La villa habría existido desde el siglo I al III, cuando sufrió un incendio. El propietario sería Lucio Cecilio, según una inscripción hallada en el lugar, y se dedicaría a la exploración minera.
Más recientemente, en 2007, el profesor e investigador Amílcar Guerra sostuvo que el lugar era posiblemente un foro –la torre habría sido un templo– de la ciudad aún no identificada de Lancia Oppidana.
El Centro de Interpretación promete ser un viaje por la historia
Monumento Nacional desde 1927, la torre Centum Cellas ha supuesto un auténtico enigma para historiadores, investigadores, arqueólogos y curiosos, lo que le añade un halo de misterio.
Pero, independientemente de su función en el pasado, lo más importante es preservar este patrimonio y por eso el Ayuntamiento de Belmonte avanzará en la construcción de un Centro de Interpretación en la zona.
Según el Ayuntamiento, el Centro de Interpretación debería estar terminado a finales de 2023. Aquí los visitantes podrán encontrar un análisis de las diferentes teorías, la funcionalidad de las estructuras del lugar y los materiales arqueológicos recogidos.
Elisabete Robalo también dijo que “se realizarán más excavaciones en el lugar y se procederá a la restauración de la torre y estructuras anexas”. Las obras de renovación de la torre incluirán piedras de refuerzo y una mejor iluminación.
Actualmente, se puede visitar una exposición con los restos arqueológicos recogidos en Centum Cellas en la Casa da Torre, en Caria, donde funciona el Centro de Estudios Arqueológicos.
Ângela Coelho