Tejeda, el misterioso municipio que sorprendió a Unamuno

Gran Canaria esconde formaciones volcánicas que dejan con la boca abierta y que siguen siendo paisajes solitarios, de esos que pasan desapercibidos. Rincones donde encontrar paz, ya que no están tan poblados, y que quizás muchos desconocían hasta el momento. 

Con el paso de los años, las erupciones volcánicas han ido cambiando el paisaje canario a sus anchas, creando lugares mágicos llenos de belleza natural. Cada isla tiene sus propios secretos y Gran Canaria no podía ser menos. A unos 50 kilómetros de la capital encontramos el municipio de Tejeda, que da la bienvenida a todo aquel que decide visitarlo a 1.050 metros de altura sobre el nivel del mar. 

Tejeda es conocido por sus cumbres volcánicas, por ser uno de los pueblos más bonitos del territorio, pero también por tener una curiosa fuente económica: la del registro de vehículos de alquiler. La situación se ha ido algo de las manos, ya que algunos estudios revelan que llegan a contar con casi 18.000 vehículos registrados por cada 1.000 habitantes. ¿Curioso, verdad?

Tejeda: casas blancas, entorno montañoso, museos y mucha historia

Rodeada de cumbres se encuentra la pequeña población blanquecina de Tejeda. Un entorno natural inigualable que, tal y como avanzábamos, sorprendió hasta al conocido escritor y filósofo Miguel de Unamuno. Como explica Francesc Ribes en el libro Los Pueblos Más Bonitos de la España Vacía, es “el primer municipio canario en ser inscrito en el club de los Pueblos Más Bonitos de España y además, el segundo menos poblado”. El primero de la lista, con menos habitantes, sería la vecina población de Artenara, a menos de 40 kilómetros de Las Palmas.

Hablamos de una región que poco a poco va recibiendo a más turistas, pero donde la falta de habitantes va haciendo mella, dejando el interior de la isla despoblado. Además, comenta Francesc: “Las familias tejedenses se reparten en unos 24 barrios dispersos por todo el municipio, lo que complica los servicios y las comunicaciones”. Aunque al vivir en un entorno de belleza desbordante, son unos auténticos privilegiados. 

Tejeda, que está abrazada por volcanes, antiguamente se dedicaba exclusivamente a la actividad agrícola y ganadera. La almendra tuvo un gran papel económico, y aún lo sigue teniendo gracias a la repostería tradicional y a las diversas pastelerías que hay en el pueblo. El sector turístico se ha ido abriendo paso y hoy en día es también uno de los principales motores económicos. Puede que gran parte de ello sea gracias a que Turismo de Gran Canaria hizo de la población una parada principal de la Ruta Centro. 

Por último, aunque sea una población con apenas 1.800 habitantes, cuenta con el Parador Nacional de Tejeda así como el museo de esculturas Abraham Cárdenes. Podría ser también conocida como la población de los museos, ya que tiene el museo etnográfico, el centro de plantas medicinales y el museo típico canario Tres Cruces. Siendo este último un muy buen punto de partida desde donde conocer los oficios canarios y sus utensilios de la mano de su propietario, Paco. 

Tierras de Unamuno y de miradores 

Unamuno y la isla de Gran Canaria tienen una historia en común. Y es que Unamuno quedó enamorado de la caldera de Tejeda que, tal como describió en su libro Por Tierras de Portugal (1911): “Pasando senderos cortados a pico, en abruptos y escarpados derrumbamientos, dimos vista al valle de Tejeda. El espectáculo es imponente”. El escritor y filósofo llegó a marcar tanto a estas tierras, que el escultor Manolo González le creó una estatua en el llamado mirador de Unamuno, en la vecina población de Artenara. 

Pero … ¿Por qué Artenara? Pues resulta que Unamuno también le dedicó unas palabras a la población: “Llegamos al pueblo de Artenara, un pueblo de cuevas sobre el abismo. Allí está la Virgen de la Cuevita, tallada en la roca misma”. 

El lugar es conocido como las cumbres de Unamuno, pero también por tener bastantes miradores y estatuas. Además del citado mirador de Unamuno, también destacan el de Los Alisios o el de Corazón de Jesús. En Tejeda hay varios balcones panorámicos como el de la Cruz de Tejeda, el de Pipiy o la ruta Mr Lin, un pequeño balcón de madera con vistas a Roque Nublo donde se dice que tan solo caben dos personas. ¿Estamos ante el mirador más pequeño de España? Puede ser. 

Roque Nublo, Bentayga y Tejeda Trail

Tejeda es tierra de ancestros, de artistas que han encontrado en esta región la inspiración que buscaban. No es de extrañar, ya que el precioso Roque Nublo, a parte de ser un icono, es el “resto de una colada piroclástica que mide más de 80 metros desde su base”. Por otro lado, muy cerca de Roque Bentayga se encuentran los antiguos asentamientos aborígenes canarios, muy interesantes y con gran cantidad de cuevas que son Patrimonio Mundial de la UNESCO. 

Ambos son considerados un emblema y quizás los mayores hitos geográficos de Gran Canaria. Están muy buscados por corredores y deportistas por la rara combinación de terrenos, desniveles y paisajes. Pero, ¿qué acontecimientos se celebran en estas “remotas” tierras? Pues tenemos la Circular de Tejera, que este año se celebró durante el mes de mayo con varias distancias (corta, media y larga). Además, contó con dos nuevas modalidades. La que recibe el nombre de Apenitas, de 10 kilómetros, pensada para el disfrute y perfecta como un primer punto de contacto; y Mi Primera Trail, donde pueden participar menores. 

Otra carrera que tiene lugar en tierras de la caldera de Tejeda es Plenilunio Tejeda Trail, la cual se completa de noche, siempre que haya luna llena. En 2025 celebrará su décima edición y suele abarcar los 15 kilómetros de duración con un desnivel acumulado en terreno montañoso de unos 2.000 metros. Se trata de una de las carreras canarias más populares que pasa por este increíble entorno bajo la luz de la luna.