La primavera es un buen momento para descubrir los enclaves menos conocidos de la provincia de León. Es un paraíso para los que buscan olvidarse del reloj y del móvil, vivir a otro ritmo –aunque solo sea por unos días–, reconectar con la naturaleza, con los sabores de siempre o descubrir las transformaciones del paisaje derivadas del trabajo en las cuencas mineras. ¿Nos acompañas?
En esta guía te dejamos diferentes planes para vivir a tope la primavera en León. Para empezar, te recomendamos un listado de villas históricas no muy conocidas en las que sentirás que viajas en el tiempo hasta la Edad Media. Pasea por pueblecitos con mucho encanto como Alija del Infantado y su imponente Castillo de los Pimentel, el innovador Castillo de Grajal de los Campos o la bucólica Molinaseca.
Seguimos por la monumental Sahagún, que está repleta de Bienes de Interés Cultural, y por la conocida como “pequeña Compostela”, Villafranca del Bierzo. En varias de las villas que te invitamos a recorrer seguro que verás peregrinos, ya que son paso del Camino de Santiago, algo que ha dejado una huella profunda en los pueblos.
La cuenca minera leonesa tuvo mucho que ver en el desarrollo social y económico de la provincia. La dureza de este trabajo se puede visitar ahora a través de los diferentes enclaves que plantea la ruta ‘Del gris al negro’. Con ella se pueden conocer Museos Ferroviarios con objetos auténticos de los empleados del momento y audiovisuales que muestran más de 100 años de historia con imágenes en movimiento de la época.
Otro destino muy relevante en el turismo industrial es el pueblo de Sabero y su Museo de la Siderurgia y la Minería, donde son visitables dos pozos de extracción. O incluso recorrer pozos con sus ‘castilletes’, como el trayecto que ofrece el Pozo Julia en Fabero, que permite pasear por espacios originales como la mina, la zona de máquinas o las duchas. Un lugar para reflexionar sobre la dureza de estos trabajos que se desarrollaban hasta hace bien poco.
Si la primavera rebosa vida en León es porque el deshielo llena sus ríos y sus paisajes de agua. Así que es el mejor momento del año para visitar sus increíbles cascadas. ¿Por qué no coges la mochila y haces una ruta para acercarte a estos sorprendentes espectáculos naturales? Te proponemos cinco paseos aptos para familias y que tienen en su recorrido uno o varios saltos de agua: la Cascada de Lumajo, la Catarata de la Gualta, la Cascada de Foz, la Cascada de la Cola de Caballo de Nocedo y las Cascadas del Río Faro. Te explicamos los senderos para llegar a cada uno de estos puntos.
Acabamos la guía primaveral de León con una propuesta única para conocer a fondo el lugar: visitar ocho museos enclavados en la montaña, en zonas rurales. Además de los que hemos visto y que están relacionados con el turismo industrial, nos acercaremos a espacios musealizados relacionados con el oficio del pastoreo, cómo vivían, de qué se alimentaban, cómo vestían.
León también tiene museos en la montaña que nos hablan de la fauna salvaje de la zona (¡incluso nos podremos ir de safari!). O incluso podremos degustar una manteca con el sabor de toda la vida en una lechería de las de antes, recorriendo sus estancias y la maquinaria con la que funcionaban antiguamente. También hay espacios museísticos en los que podremos acercarnos a la lengua asturleonesa o presenciar el momento del apareamiento y cría del urogallo en el Alto Sil, que se desarrolla durante la primavera.