Meandro de Melero, naturaleza espectacular entre Salamanca y Cáceres
Escrito por
20.08.2022
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Son muchas las ocasiones en las que el capricho de la naturaleza crea paisajes extraordinarios. El meandro que dibuja el Río Alagón a su paso por el límite provincial de las provincias de Cáceres y Salamanca es uno de ellos. Estamos hablando del espectacular Meandro de Melero, un accidente fluvial que llega a convertirse en islote en época de abundantes lluvias.
Desde dónde ver el Meandro de Melero
El Meandro de Melero pertenece a la provincia de Salamanca, pero el mejor balcón es el Mirador La Antigua, en la extremeña Comarca de Las Hurdes.
Para llegar hasta él, la mejor opción es llegar hasta Riomalo de Abajo donde, por cierto, si la temperatura es la adecuada, se puede disfrutar de la piscina natural Charca La Olla, la cual se forma sobre el Río Ladrillar. Una delicia veraniega.
En las inmediaciones de la poza natural, parte un camino perfectamente señalizado que puede recorrerse a pie -45 minutos- o en coche, todo dependerá del tiempo del que dispongamos y de la visión que queramos recordar de los paisajes de Las Hurdes. Si optamos por caminar, un continuo de pinos y castaños serán nuestros compañeros de ruta.
Hasta junio de 2020, este camino estaba sin pavimentar. Sin embargo, en la actualidad, los apenas 2 km que separan Riomalo del mirador están perfectamente acondicionados. Incluso se ha habilitado un espacio para el aparcamiento de autobuses con capacidad para 200 vehículos.
Ya en el mirador, envueltos en la tranquilidad que tanto caracteriza a esta zona de la geografía española y practicando el slow travel, es el momento de dejar la mirada perdida, de asombrarnos con la inigualable belleza de este enclave.
Uno de los más fascinantes del Norte de Extremadura y Sur de Salamanca. Un río que se retuerce, un puñado de pinos justo en el recodo del Alagón y el lienzo montañoso de bosques de la Sierra de Béjar como telón de fondo. Y en sus alrededores, los restos de lo que en su día fueron los poblados de Arrofranco y Martinebrón. Auténtico alimento para la retina.
En los momentos de gran caudal, además de dejarse fotografiar, esta zona del río es disfrutable embarcados en un relajante paseo en barco y, para los más aventureros, a golpe de adrenalina, pues se permiten actividades acuáticas como la canoa.
Como curiosidad adicional, el Mirador de la Antigua es uno de los mejores lugares para vivir la emocionante berrea del ciervo, una de las numerosas especies animales que habitan estos parajes y, cómo no, para la observación de aves, como el buitre negro, el buitre leonado, la cigüeña negra o ejemplares de águila culebrera o águila calzada.
Unos kilómetros más abajo, el Embalse de Gabriel y Galán regula el caudal del Río Alagón, permitiendo ofrecer diferentes versiones del Meandro de Melero dependiendo de la época del año en la que visitemos este lugar tan singular. Todas igualmente especiales y únicas.
Elísabet García