El Parque Natural Arribes del Duero es uno de los lienzos más sobresalientes del río Duero. Este artista de la naturaleza aprovecha su paso por las provincias leonesas de Zamora y Salamanca para dibujar un paisaje de profundos cañones graníticos, cortados de cientos de metros de altura, roquedos y desfiladeros de vértigo. Un espectáculo visual mayúsculo que actúa de frontera natural entre España y Portugal y que no deja indiferente a nadie.
Nada como visitar cualquiera de los pueblos que salpican sus más de 100 kilómetros de longitud, para recrearte al máximo con esta perla de la Península ibérica. Dos opciones especialmente recomendables son la estratégica Miranda do Douro por la parte lusa; y la histórica y acogedora Fermoselle del lado español. En esta última, además de poder obtener una detallada información del entorno natural en el Centro de Interpretación de la Casa del Parque, se pueden degustar los mejores vinos de la Denominación de Origen Arribes del Duero. Sin duda, un estupendo destino para los apasionados del enoturismo.
En las inmediaciones de estas dos localidades se localizan los mejores miradores desde los que apreciar la espectacularidad del Duero encajonado entre las imponentes y afiladas paredes de piedra. Entre los más notables encontramos el mirador do Colado y su amplísima perspectiva; el emblemático mirador Penedo Durão; la propia localidad de miranda do Douro, que es un balcón en sí misma; el imprescindible puente de Requejo, con sus variadas percepciones; el mirador de las Barrancas, junto a la coqueta ermita del castillo de Fariza; y el mirador del castillo de Fermoselle.
Diferentes puntos de vista desde los que capturar el intenso verdor de los campos de enebros, los improvisados arroyos que emanan de las montañas, el omnipresente y calmado cauce del Duero y, como no, el elegante vuelo de rapaces como el águila real, el buitre leonado, el halcón peregrino o la cigüeña negra, en peligro de extinción. Hasta un total de 117 especies de aves cohabitan en este lugar, siendo uno de los argumentos que convirtió este paraíso natural en un espacio protegido.
¿Opciones de senderismo? Para todos los gustos. La comarca Arribes del Duero está vertebrada por una completa red de senderos de pequeño y gran recorrido. La mayoría de estas rutas apenas entrañan dificultad, siendo únicamente necesario aumentar el esfuerzo físico si se opta por recorrer aquellas que discurren próximas a los cañones. Éste es el caso de la conocida como Circular Pereña-Cañones del Duero, la cual da comienzo en el camping de la localidad de Pereña de la Ribera y permite alcanzar la orilla del Duero.
Dos de las sendas de gran recorrido más populares son el sendero del Duero GR-14 y el sendero del Águeda GR-14.1. 200 kilómetros que atraviesan el parque de norte a sur por antiguos caminos y veredas habilitados. Entre las de pequeño recorrido sobresale la ruta Cola de Caballo, en el municipio de Masueco. Este sencillo camino circular de nueve kilómetros de longitud llega hasta el punto donde el río Uces vierte sus aguas al Duero, ofreciendo su plato fuerte en la cascada de la Cola de Caballo, un exhuberante salto de agua que refresca sólo con mirarlo.
Y ya que hablamos de cascadas, sería delito no mencionar el Pozo de los Humos. Ubicada entre las localidades de Pereña de la Ribera y Masueco. Esta caída de agua es una de las cascadas más famosas y espectaculares de España. Absolutamente imprescindible.
Imposible no sucumbir ante la belleza que envuelve el paraje de los Arribes del Duero. En barco, a golpe de remo en una piragua, a pie, bicicleta o subido a lomos de un caballo. La forma de disfrutarlo la eliges tú.
1 comentario
Si has visto la película del «Doctor Zhivago», las ultimas escenas de dicha película se realizaron en la presa de Aldeadavila, asi que, cuando pasees por sus inmediaciones, imagínatela con una gran nevada y creeras que estas en la Siberia rusa