Las Salinas de Janubio se encuentran en el Sur-Oeste de Lanzarote, cerca del pueblo de Yaiza, en las islas Canarias. Son las salinas más extensas de Lanzarote y aún hoy siguen activas gracias al apoyo de la UE que las declaró espacio natural protegido. Concitan una serie de valores paisajísticos y ecológicos que, junto a la complejidad y originalidad de su arquitectura salinera y la complejidad de sus sistemas hidráulicos, las convierten en uno de los ingenios salineros marinos más singulares.
La construcción de las salinas se sitúa en el año 1895 por Don Vicente Lleó Benlliure quien la cedió a su sobrino hasta terminarla en 1945. La familia Padrón Lleó aún hoy desarrolla esta actividad.
La laguna donde se encuentran las salinas fue creada por erupciones volcánicas que crearon una barrera de lava entre el mar y la laguna que actualmente tiene una circunferencia de unos 1000m y una profundidad media de unos 3 metros.
Las Salinas de Janubio han estado siempre ligadas a la pesca y a las industrias derivadas de ellas, pero el declive de la pesca, las nuevas técnicas de conservación y la competencia exterior ha provocado que su producción haya disminuido drásticamente. Valores patrimoniales, arquitectónicos, culturales, etnográficos, paisajísticos o medioambientales constituyen los principales atractivos de esta actividad tradicional salinera, industria centenaria y de las más antiguas de la isla.
El color rojo que toman las salinas es debido a un pequeño crustáceo de color rojo, las artemia, aunque también existe un alga responsable de ese color, la Dunaliella salina.
Las bacterias H. salinarum y H. halobium también aportan esta tonalidad de color, especialmente en concentraciones de salinidad muy alta. Además de estos organismos también se encuentran en las aguas saladas unos orgánimos llamados Arqueas.
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