Villafranca de los Caballeros es un municipio de la provincia de Toledo, en la comunidad de Castilla-La Mancha. Se encuentra a 643 m de altitud y es atravesada por los ríos Amarguillo y Gigüela y Riansares. Tiene una extensión total de 106 km² y una población de 5.327 habitantes (INE 2006).
Los primeros pobladores de Villafranca fueron los íberos y celtíberos, cuestión indiscutiblemente cierta después de haberse llevado a cabo varias excavaciones en el yacimiento del Palomar de Pintado, de los siglos VII y VI a. C. Este yacimiento es el único existente en el interior de la península.
Entre los lugares de interés del municipio destacan la ermita del Santo Cristo de Santa Ana, la casa-museo rústico Tía Angelita, el museo Santísimo Cristo, la laguna grande y la laguna chica. Además, la localidad brinda la posibilidad de degustar deliciosos manjares como son las gachas, los grañones, y el guisao con pelotillas.