La Iglesia gótica de Santiago Apóstol, construida entre los siglos XV y XVI, alcanza en 1.980 la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) al ser considerada como uno de los elementos destacados del patrimonio histórico-artístico madrileño.
Edificio de mampostería concertada de granito en el que destaca entre otros elementos la Torre del Campanario, intervinieron en su construcción Hernán González de Lara, Maestro Mayor de la Catedral de Toledo y Pedro de Tolosa, aparejador de cantería del Monasterio de El Escorial.
Atendiendo tanto al estado de deterioro en que se encuentra la Iglesia como a los signos inequívocos de elementos de relevante interés, en 1.990 se da inicio a una primera fase de los trabajos de restauración, que se destinan a corregir los problemas de cimentación que habían ocasionado el resquebrajamiento de los muros, mediante la demolición de contrafuertes de hormigón, realce de muros y reparación de entarimados.
En 1994 se inicia una segunda fase, destinada a la restauración en las cubiertas, la Torre de Tolosa, la Torre de la Espadaña y los muros exteriores.La tercera y última fase de los trabajos se destina ya a la restauración del interior. Los trabajos iniciales ponen al descubierto en las bóvedas, nave central, ábside y muros del sotocoro elementos histórico-artísticos desconocidos y cubiertos por los diferentes encalados de la Iglesia en el siglo XIX.
Los frescos con motivos sacros y civiles, la yesería gótica tras en retablo mayor, las pinturas de dragones en los nervios de las bóvedas o los restos históricos como las bulas papales de los siglos XV y XVI, en perfecto estado de conservación, son algunos de los hallazgos más destacados, que en la mayoría de los casos constituyen ejemplos únicos en el patrimonio histórico-artístico madrileño.
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