Es una reserva de la biosfera que cubre el 24% del territorio de La Rioja aproximadamente.
Tiene 119.669 hectáreas en que se combinan paisajes naturales, como manantiales de aguas termales, yacimientos paleontológicos de dinosaurios, y culturales como los poblados celtíberos.
En el Valle del Leza-Jubrera predomina el bosque mediterráneo: roble, encina, pino silvestre, matorrales bajos: jara, enebro y pastos abiertos.
Hay bosques con quejigo, y pueden encontrarse igualmente hayedos. La agricultura de secano ha modelado el paisaje, creando huertas y vegas.
Es el valle más despoblado de toda la Reserva de la Biosfera, pero es también uno de los más impactantes por sus paisajes, desde sus partes altas se puede observar toda la topografía riojana y la de las provincias vecinas. La ganadería de montaña es la única actividad económica que sustenta todavía la parte alta de este valle. Vacas y yeguas, salpican la superficie de los abundantes pastizales, jarales y rebollares. El desnivel por el que transcurre el río Jubera, provoca la presencia de un gran número de barrancos hasta llegar a Santa Engracia del Jubera.