Val d'Aran

En la zona más occidental del Pirineo catalán, en la provincia de Lleida, está la Val d´Aran. Uno de los valles más populares de Cataluña por la belleza de sus pueblos de montaña, sus altas cimas de más de 3.000 metros, su gastronomía y su amplia oferta deportiva.

La Val d'Aran estuvo aislada del resto del territorio catalán hasta el siglo XX. Esto no sólo ha permitido que su naturaleza se haya conservado prácticamente intacta, sino que ha hecho que desarrollasen una cultura, arquitectura, gobierno e idioma únicos. Aquí se habla el aranés, una variedad gascona del occitano.

Con un paisaje alpino atlántico, la Val d'Aran cuenta con frondosos bosques y montañas que, al llegar el otoño, se cubren de nieve. Este es el momento en el que Baqueira-Beret, la estación con más kilómetros esquiables de España y el destino más turístico de la Val d'Aran, se llena de esquiadores. Desde sus pistas se pueden contemplar cumbres como la Maladeta y el Aneto (Aragón), de 3.308 y 3.404 metros respectivamente. Además, cuenta con los mayores lagos del Pirineo, como el de Tor de Riu.

Los amantes del senderismo se dirigirán al Parque Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, donde hay variedad de rutas y caminos como el Gran Recorrido Transpirenaico GR-11, que lo cruza de punta a punta. Este es uno de los espacios con más lagos de la Val d'Aran.

La Val d'Aran también tiene varios espacios naturales protegidos ideales para el avistamiento de aves, hacer senderismo, alpinismo o disfrutar de su fauna. Son Era Artiga de Lin, donde están las cascadas más impresionantes del Pirineo catalán; Montanhes de Les e Bossòst, cubierto de robledales; y Eth Portilhon, el puerto de montaña que une el valle con Francia.

La Val d'Aran está habitado por especies como el oso pardo, el rebeco, el ciervo, la marmota, el pájaro carpintero y el urogallo, a los que se pueden ver en sus espacios naturales. También por su gente, los araneses, a quienes encontraremos repartidos entre sus 33 pueblos de montaña compuestos por casas de piedra y tejados de pizarra.

Un paseo por las pequeñas calles nos llevará a conocer su rico patrimonio de iglesias románicas como la de Santa María de Arties, Sant Andrèu de Salardú, Sant Fabian de Arres de Jos o Sant Miquèu de Vielha.