El Castillo-Palacio de Valderrobles tiene su origen probablemente en los finales del siglo XII, pero no es en absoluto desechable la idea de que sea mucho más antiguo.La única certeza es que está construido en torno a una roca natural (cuya cúspide aún puede verse en su segunda planta) fortificada para servir como elemento defensivo, bien por los cristianos en el proceso de reconquista o por alguna de las culturas precristianas que habitaron estas tierras.
A finales del siglo XIV, el arzobispo García Fernández de Heredia comienza la transformación del castillo defensivo en un palacio episcopal. Reconstruye y amplia la planta baja, la primera planta y deja su sello personal en los numerosos escudos heráldicos que se encuentran en sus estancias. García muere en 1411, pero su tarea es continuada por sus sucesores en el cargo y muy especialmente por Dalmau de Mur, un arzobispo de origen catalán responsable de la reconstrucción de la segunda planta y parte alta del castillo. Hasta finales del siglo XVII los arzobispos de Zaragoza siguieron siendo los Señores del castillo, comenzando después un progresivo abandono y ruina que lo dejaría en un estado lamentable.
En 1931 es declarado monumento nacional, pero las actuaciones para su reconstrucción no comenzarían hasta 1977, y en especial hasta los años 1982 y 1983, cuando se recuperan bóvedas y suelos de buena parte del antiguo palacio.
Hoy en día, el castillo de Valderrobres continúa buscando su antiguo esplendor, habiéndose convertido en un espacio para la cultura donde tienen lugar exposiciones, congresos, actuaciones de música y que mira al futuro recordándonos nuestro largo pasado. [Wikipedia]