Situada a distancia pareja entre Toledo y Talavera, principales ciudades de la provincia, la comarca de Torrijos ha conseguido aglutinar comarcas consideradas independientemente en el pasado, gracias a un desarrollo conjunto de gran interés.
Es tierra, en general, llana, y en ella no faltan vegas feraces, sobre todo a las orillas del Tajo, el Guadarrama y El Alberche. Éstas son de cereales en su mayoría, con ciertas concesiones al olivo y al viñedo con D.O.; también hay bíblicas higueras y algunos pinares históricos.
Los pueblos llevan una vida esencialmente agrícola, que se ha visto acompañada por un notable impulso de la ganadería estabulada en los últimos años. La vida industrial y comercial queda muy centralizada en los núcleos de población de mayor envergadura.
Sus tierras son de muy antiguo poblamiento, romano en determinadas poblaciones, y visigodo y mozárabe toledano en el extremo Este de la comarca.
El austero paisaje de la comarca se acentúa con la silueta de los castillos de la que fuera línea defensiva del Tajo.