En la parte noroeste de la isla de La Palma, en el archipiélago canario, Tijarafe es un municipio de abrupta orografía, con pendiente continuada desde el mar hasta la cumbre. Abierto al océano, este perfil tan marcado, que acaba en barrancos y acantilados cuando la tierra se lanza al mar, el núcleo habitado se esparce en una pequeña llanura, entre los 400 y 800 metros.
La abrupta geomorfología de la isla de La Palma, de origen volcánico como sus hermanas, obligó a los antiguos habitantes a encontrar vías de comunicación y es así como se creó una interesante red de senderos, que actualmente podemos aprovechar para descubrir todos los encantos naturales de esta zona de la isla, recortada y vigilada por la impresionante Caldera de Taburiente.
Con un entorno natural privilegiado, caminar por Tijarafe es una buena manera de descubrir la historia y la cultura isleña, entre paisajes de ensueño.