Tarazona de la Mancha es un pueblo típicamente manchego. En torno a la Plaza Mayor, centro neurálgico, del s. XVII con forma rectangular y estilo colonial corrido, con balcones de madera, se declaró Conjunto Histórico-Artístico en 1968. Éste se encuentra unido a la torre de la Iglesia de San Bartolomé, de estilo renacentista y de tipo columnaria.
Casas nobles, las tradicionales balconadas de madera, el histórico edificio del Ayuntamiento o las pinturas rococós de la ermita de San Antón son atractivos para el viajero. Lo más curioso de esta localidad es su Plaza de Toros, excavada en un coso y construida hacia abajo. En la parte alta del pueblo está ubicada la Ermita de San Antón.
Un descanso en la meseta castellana. Muy recomendable el carnaval de Tarazona de la Mancha, el más antiguo de la provincia, declarado de Interés Turístico Regional.