En las calles de Sineu se encuentran toda una serie de casas y palacios señoriales, en las que se puede apreciar su gran monumentalidad y sencillez sin precedentes.
Paseando por las calles medievales de la villa también se podrán encontrar con numerosas bodegas (cellers); lugares de reunión y donde se guardaba el mosto de las viñas de la tierra del Pla, hasta que la filoxera en 1890, las extinguiría. Actualmente estos “cellers” se han reconvertido en casas de comidas y son punto de peregrinación para degustar especialidades locales como los caracoles, el frito de cordero o las sopas mallorquinas.
Asimismo, el casco antiguo cuenta con varios interesantes pozos públicos, actualmente rehabilitados, que fueron muy importantes en tiempos de sequía para cubrir las necesidades de la villa. También destacan las cruces medievales, que marcaban el final del término municipal, y restos islámicos como los silos de la época musulmana que pueden visualizarse en Es Mercadal.
A lo largo del casco histórico también pueden descubrirse otros monumentos contemporáneos, como la estatua a Jaume II; la estatua al reconocido ciclista local Francesc Alomar fallecido en 1955; o el monumento a “ses dides”, las nodrizas que amamantaban a lactantes de madres primerizas.
En el barrio de las Casas Nuevas destaca la Cueva d’en Gaspar; un supuesto columbario romano, visitable y actualmente en excavación arqueológica, que sería el primer recinto funerario romano de este tipo localizado en Mallorca.