Sineu es sin duda uno de los pueblos más bellos y emblemáticos de Mallorca.
Situada en pleno corazón de la isla, esta localidad se remonta a la época romana y musulmana. Para los viajeros de verdad, esta antigua villa real es lugar de visita obligada.
La conquista de 1229 significará un revulsivo en la historia de Sineu, hasta convertirla en capital del antiguo Reino de Mallorca. De esa época se remonta la barcella (1240), unidad oficial de medida de los cereales en el siglo XIII; esta pieza de bronce, aun conservada, puede visitarse en el ayuntamiento.
De su casco antiguo destacan la imponente iglesia de Santa María que define el skyline del pueblo; el claustro barroco del convento de los mínimos (siglo XVIII); el Palacio Real de Jaume II (siglo XIV); la casa hospicio y el oratorio de San José (siglo XIII) y numerosos edificios públicos como las alhóndigas y los palacetes de la época tardo medieval. Incluso callejeando ¡uno puede encontrarse con silos de época musulmana integrados en el entorno! Y el león de San Marcos, una estatua contemporánea de bronce, símbolo del patrón del pueblo, que es una de los principales escenarios que Sineu te ofrece para tu post en las redes sociales.
En cuanto a los alrededores, Sineu destaca por su paisaje agrario y la existencia de otros monumentos de interés. De hecho, en la zona de las Casas Nuevas, uno puede adentrarse en un recinto arqueológico funerario; el único columbario romano de Mallorca ha sido recuperado y está abierto a las visitas. Además, Sineu cuenta con más de 90 km de caminos y senderos, fantásticos para el trekking y el cicloturismo y otras propuestas de turismo rural.
Otras de sus señas de identidad son la feria agrícola de Mayo, la más antigua y multitudinaria de Mallorca. El mercado de abastos de los miércoles es la principal seña de identidad de Sineu, siendo el único encuentro de artesanos y payeses que aun permite la venta de animales vivos por privilegio real otorgado en 1306. Sus celebraciones de la Semana Santa de Sineu destacan en toda la isla.
La gastronomía merece un epígrafe particular. Gracias a la antigua capitalidad de Sineu, el pueblo cuenta con antiguas bodegas y hospederías reconvertidas en restaurante. La localidad cuenta con más de una veintena de cellers y locales de restauración que permiten al visitante descubrir la riqueza de la gastronomía balear; los caracoles de San Marcos y el frito tradicional de asadura de cordero son las señas de identidad más reconocibles de la cocina local.
Gracias a su ubicación geográfica y a su amplia oferta de casas rurales y hoteles de interior, Sineu permite a los viajeros sentir la esencia de la mallorquinidad sin pretensiones pero con autenticidad. El municipio se define como «una villa de primera»; y verdaderamente lo es.