En la Sierra de Gata, los bosques de pinos, robles y castañas se alternan con prados, dehesas, olivos y frutales. Estas condiciones naturales hacen posible la producción de unos aceites y unos vinos muy apreciados. Ríos, piscinas naturales, cascadas, fuentes… El agua fluye por todas partes en esta comarca del norte de Extremadura.
Durante siglos fue una zona estratégica para reyes, nobles y caballeros de las órdenes militares de Alcántara, Santiago y Malta por su posición geográfica en la Reconquista. Hasta nuestros días ha llegado un importante patrimonio histórico en forma de casas palaciegas, iglesias, juderías, escudos nobiliarios y castillos en pueblos con bellos conjuntos históricos, como Gata, Hoyos, Robledillo de Gata, San Martín de Trevejo o Trevejo.
Sus habitantes han alimentado la forma de vida tradicional, manteniendo su arquitectura de granito y pizarra, y dedicados a explotaciones agropecuarias establecidas enla antigüedad y centradas en el olivo, la vid, y el aceite. Este aceite virgen extra con denominación de origen “Gata-Hurdes" es el producto principal de esta zona.