Selaya es un municipio cántabro asentado en el valle del Pisueña, en plenos Valles Pasiegos. En un entorno natural de gran belleza se erige una población histórica, de origen medieval, que conserva en su casco antiguo muestras de un interesante patrimonio histórico-artístico.
Destaca entre su legado un rollo heráldico que data del siglo XVIII y que muestra armas de varias familias nobiliares. Fue declarado Bien de Interés Cultural y protagoniza una oferta artística en la que también brillan la Casona de Miera, el Santuario de Nuestra Señora de Valvanuz y el Palacio de La Colina o de Donadío, entre otras casonas, iglesias y ermitas.
Selaya conserva tradiciones y costumbres propias de una zona tan singular como los valles Pasiegos. Son de especial interés la artesanía y la gastronomía, que ofrece dulces típicos de Cantabria y conocidos en toda la península, las quesadas y los sobaos pasiegos.