Un marco incomparable, un local que mantiene la esencia de las antiguas posadas del pueblo y productos exclusivamente naturales, son los rasgos que hacen del Restaurante Cal Sastre un lugar idóneo para saborear los placeres del buen comer.
Realmente, la tradición culinaria del restaurante viene de lejos, ya que la abuela de la familia, ya había tenido una posada en Olot. Su marido era el sastre del pueblo, de ahí el nombre del local.
La decoración del Restaurante contribuye a crear un ambiente cargado de significaciones y costumbres de los tiempos pasados: utensilios y detalles del padre sastre, revistas antiguas, calendarios ilustrados y muchas fotografías de los visitantes.
El restaurante, además de una barra y una acogedora terraza bajo los soportales de la plaza de Santa Pau, está repartido en dos pisos, y tres comedores diferenciados para que el espacio no signifique un problema.
El plato típico por excelencia que se sirve en el Restaurante Cal Sastre son los alubias de Santa Pau, que se hacen en grandes campos alrededor de los volcanes, cerca del pueblo. Son unas judías pequeñas y casi sin piel, una verdadera joya gastronómica.