En el sur de la provincia de Tenerife encontramos San Miguel, que ofrece una gran variedad de rincones que visitar. Destacan el casco antiguo y los conos volcánicos que salpican el paisaje abrupto de las cumbres de la villa.
La iglesia de San Miguel es una ermita venida a más: de hecho, fue considerada como ermita hasta que en 1796 se la nombró parroquia.
Si visita San Miguel no puede perderse, tampoco, los "guachinches" o tascas, donde se sirve los productos de esta tierra dedicada a la agricultura.