La iglesia de Santa Mónica es un templo ideado en 1999 y consagrado el 8 de noviembre de 2008, obra de Ignacio Vicens.
De planta muy alargada, ocupa la mayoría del solar, dejando únicamente un patio longitudinal, de acceso y servicios, paralelo a uno de sus lados largos.
Es un edificio concebido como una caja ciega de áspero acero cortén. Sin embargo, es una Iglesia luminosa en su interior, y un edificio símbolo de la capacidad de la iglesia de "utilizar los lenguajes de la arquitectura y del arte de hoy".
Para acceder al edificio, se debe atravesar una gran puerta doble. Para entrar a la capilla de diario, otra puerta gruesa, blanca. Las puertas que dan acceso a la iglesia son, en cambio, ligerísimas, invitando a los fieles a entrar.
Las esculturas, muy cuidadas, de la Virgen María y Santa Mónica, son del escultor Javier Viver y y las pinturas de la capilla del Santísimo, que representan la creación, del prestigioso artista José Manuel Ciria.