Basto territorio de Montes Públicos en la provincia de Badajoz, Cíjara ha conseguido desde su reconocimiento la protección benéfica de sus aves y flora. Formada tradicionalmente por grandes bosques de alcornocales y encinares, los matorrales densos han ganado ahora terreno y parecen acabar lentamente, quizá por el abandono gubernamental y social de la zona, con lo típico de este paisaje.
De orografía montañosa y con grandes extensiones cubiertas por aguas embalsadas hacen que el visitante encuentre en sus paisajes los contrastes más agradables, tonos salpicados y total libertad. Además, multitud de rutas y caminos perfectamente estudiados permiten la práctica del senderismo como medio para adentrarse en la descubierta de esta magnífica reserva.
En una zona privilegiada, actualmente marcada por el aspecto de dehesa y su contraste con las extensiones forestales, Cíjara apuesta fuerte por la libertad y por las sensaciones únicas.