En la zona noroeste de la isla de La Palma, el Pinar de Garafía conserva de manera excepcional una muestra del típico pinar canario, mantenido en parte gracias a su aislamiento. Su fachada norte, abierta a la humedad atlántica y dominada por los vientos que acercan a menudo grandes nubosidades, es una importante fuente hídrica para recargar el acuífero subterráneo de la isla.
Paisaje montano de gran belleza, su flora garantiza la protección de su suelo volcánico, castigado por el viento. Y en tan especial hábitat, especies actualmente en peligro de extinción han encontrado un espacio donde vivir. Los amantes del senderismo podrán acceder a este recondito lugar y descubrir en él una de las caras más vírgenes de la isla de La Palma.
En un privilegiado enclave y con carácter propio, la tranquilidad de este pinar aislado será un buen lugar para huir del mundanal ruido y entender que todavía quedan pequeños lugares donde perderse sin temer a nada.