El Reino de los Mallos es una de las zonas de mayor belleza en la provincia de Huesca y un importante enclave del Prepirineo Aragonés. Los pueblos que forman este territorio, que fue reino independiente en el año 1097, pertecen a las comarcas de la Jacetania y la Hoya de Huesca.
La naturaleza es pieza clave en la magia de este reino. Su singular terreno, surcado por las salvajes aguas del río Gállego, alcanza su máxima expresión en los Mallos de Riglos, una formación geológica impresionante y que junto a los Mallos de Agüero dan nombre a la zona.
En este entorno la oferta de actividades y deportes es inagotable, con protagonismo de la escalada y de las vías ferratas pero con alternativas como barranquismo, senderismo, parapente, rutas a pie o en BTT, paintball, rafting, hidrospeed y piragüismo. Los amantes de la naturaleza pueden visitar también el Centro de Interpretación de Rapaces de Riglos desde el que contemplar, entre otras especies, una de las más grandes colonias de buitres leonados en Europa.
El Reino de los Mallos es rico en naturaleza pero también lo es en historia y en cultura. Alberga interesantes monumentos y construcciones de arquitectura popular pero destacan sobre el resto la Colegiata de Bolea y el Castillo de Loarre, el castillo románico mejor conservado de Europa.