Porcuna es un municipio español de la provincia de Jaén, Andalucía, en la linde con la provincia de Córdoba. Situada a 42 km de Jaén y 63 km de Córdoba, posee una población de 6.630 habitantes (INE, 2014). Su principal fuente de ingresos es la recolección de la aceituna aunque históricamente lo fuera el cereal. Entre los principales motivos para su visita están los restos del mayor castillo de la Orden de Calatrava del que sobresale como mejor conservada la colosal Torre Nueva (o "de Boabdil"). Además son dignos de visita la iglesia románica y priorato calatravo de San Benito, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, sucesora de la también calatrava parroquia gótica de Santa María la Mayor, las ruinas romanas de Obvlco/Ibolca, el Paseo de Jesús (con su mirador "La Redonda", su Iglesia de Jesús y su espléndido camarín), la Casa de la Piedra, así como distintas ermitas. Su fiesta más notable es la Romería de la Virgen de Alharilla, el segundo domingo de mayo.
La actual pronunciación Porcuna proviene de una evolución lingüística originaria de la antigua Ibolca túrdula, la posterior Obvlco de época romana, la Obolcon visigoda y la Bulkūna بلكونة durante el periodo de Al-Ándalus. La grafía y fonética del nombre de la ciudad durante su época tartésica son aun desconocidos.
Por su geoestratégica posición y morfología de fortaleza natural, Porcuna ha tenido una importante relevancia histórica desde el punto político y, especialmente, militar. Así, sirvió de cuartel general del ejército de Julio César en la Batalla de Munda en el 46 a.n.e. y la posterior conquista y saqueo de la Córdoba pompeyana en el 49 a.n.e., gracias a lo que le fue otorgado su título de 'Municipio Pontificense' y 'Urbs Victrix Nobilis' (Victoriosa Noble Ciudad) accediendo con ello a la ciudadanía romana; ya en el Medievo, su nunca conquistado castillo calatravo sirvió de cárcel al rey Boabdil (Abū ʿAbd Allāh Muḥammad b. ʿAlī) que fue apresado por los cristianos en la Batalla de Lucena, en 1483, y desde él, donde tenía su sede fija, el ejército de la Orden de Calatrava cercó e incendió Jaén en 1465; sirvió de base al General Castaños para reunir sus ejércitos en la Batalla de Bailén en 1808; y por último, durante la Guerra Civil, sufrió pasar toda la contienda en pleno frente lo que le supuso continuos bombardeos terrestres y aéreos por ambos bandos. Esto contribuyó en gran medida a la destrucción que la ciudad ha padecido durante el pasado siglo XX de gran parte de su histórica monumentalidad urbana.
Como muestra adicional de su relevancia histórica, en 1975 se halló en el paraje conocido como Cerrillo Blanco el mayor y más importante conjunto escultórico de época túrdula conocido hasta la fecha, del cual se recuperaron unos 1.500 fragmentos. Dichas esculturas pueden asociarse a una edificación monumental, que narraría la historia de un linaje aristocrático, esculturas que fueron mutiladas y destruidas en alguna de las luchas intestinas de la época túrdula, y trasladadas y enterradas en el Cerrillo Blanco en torno al siglo V a. C.