El pirineo de Girona ha sido crisol de la cultura catalana y ha convivido durante siglos con el abrupto y montañoso territorio del pirineo. Abarca las comarcas de La Garrotxa, El Ripollès y La Cerdanya.
El Pirineo de Girona acoje la denominada Ruta del Románico, que reúne un legado medieval histórico formado por ermitas, conventos e iglesias diseminadas por todo el territorio. Sus pueblos han sabido conservar su carácter y personalidad histórica y muchos de ellos mantienen un fructífero vínculo con el esquí y los deportes de aventura en la montaña.
Parte del atractivo de esta región del pirineo se debe a su patrimonio natural, la mayor parte de él protegido, como el Parque Natural Cadí-Moixeró, la Zona volcánica de la Garrotxa y las diferentes reservas naturales que gozan de un gran diversidad ecológica muy enriquecedora.