Peñarrubia es un municipio cántabro situado en la puerta de entrada al valle de Liébana. En su término municipal se encuentra el desfiladero de La Hermida, un espectacular paraje formado por angostas gargantas formadas por el cauce del río Deva.
El territorio de Peñarrubia ha estado poblado desde el Paleolítico Medio, cuando vivían en cuevas y abrigos como el del monte de Santa Catalina, que tiene grabados rupestres. También quedan vestigios del Neolítico y el Calcolítico, encontrados en los yacimientos megalíticos del collado de Llaves y Cires.
Como otros muchos municipios del interior de Cantabria, Peñarrubia se ha dedicado tradicionalemente a la ganadería. Sus verdes prados conservan también vestigios de la edad media, como las cercanas ermitas de San Pedro o San Pelayo, en un alto sobre La Hermida. Son también medievales la Iglesia parroquial de San Juan de Piñeres y la Iglesia de San Andrés en Linares.