De paisaje escarpado y origen volcánico, el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente nació de un cráter extenso que en enfriarse formó gran cantidad de rocas basálticas. Preogresivamente, el volcán se fue agrandando más en superfície que en altura, creando una gran cicatriz en la isla. Los grandes paisajes escarpados constituyen uno de los grandes atractivos de este Parque Nacional, que ocupa gran parte de la isla.
Atravesado por riachuelos y cascadas, los vientos alisios han favorecido la formación de grandes masas vegetales que han transformado el color oscuro del suelo volcánico en un estallido de verdes vivos, selváticos. Los señalizados caminos que recorren el conjunto de la Caldera convierten el Parque en un referente para los amantes del senderismo, que buscan el desafío de los desniveles.
Pulmón verde de la isla de La Palma, este Parque Nacional combina las alturas de sus picos con los profundos y bellos valles, salpicados de colores, a veces cubiertos de nubes y niebla, pero siempre dispuestos a despertar todos los sentidos.
