El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, formado por cuatro valles y un macizo montañoso central, es uno de los lugares más interesantes y singulares del Pirineo. Sus paisajes, su clima, su flora y su fauna lo han convertido no solo en el segundo Parque Nacional más antiguo de España sino también en Reserva de la Biosfera, Zona de Especial Protección para las Aves, Lugar de Importancia Comunitaria y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Glaciares, montañas, bosques y cascadas acogen a animales como el quebrantahuesos, la rana pirenaica o la perdiz nival.
Desde su punto más bajo sobre el nivel del mar (Río Vellós a 700 metros), el parque asciende y su naturaleza cambia hasta los 3.335 metros del Monte Perdido, una de las cumbres más altas y conocidas de los Pirineos y que junto al Valle de Ordesa da nombre a un lugar que da la bienvenida cada año a más de 600.000 visitantes.
Destaca también entre la alta montaña la Brecha de Rolando, una puerta natural con leyenda propia que une Ordesa y Monte Perdido con el Parque Nacional de los Pirineos de Francia a 2.800 metros de altura.