Lo que destaca de esta Semana Santa es su originalidad y la fastuosidad de sus celebraciones. La Semana Santa es uno de los festejos más vistosos y emotivos de la ciudad. Fue declarada de interés turístico internacional en el año 2007. La devoción de los lorquinos, el arte, el colorido y la música se entremezclan en los actos que se celebran para recordar la muerte de Jesucristo dando lugar a espectaculares las procesiones.
En ellas se representan escenas bíblico-pasionales donde los miembros de las diferentes hermandades y cofradías, vestidos con sus ropajes característicos, recorren las calles llevando las imágenes religiosas, denominadas pasos, al ritmo de los tambores y la música, produciendo estampas de sobria belleza.Desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, Lorca conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo con cinco cofradías que sacan a la calle sus mejores galas, Blancos, Azules, Encarnados, Morados y del Resucitado. Gran parte del espectáculo que se vive en Lorca durante la Semana Santa viene producido por la gran rivalidad existente entre los Pasos Blanco y Azul, que ya divide a lorquinos y visitantes mucho antes del inicio de la fiesta y que se siente en todos los rincones. Los blancos se agrupan en torno a la Virgen de la Amargura, mientras que los azules tienen por patrona a la Virgen de los Dolores. Los seguidores de ambos Pasos vitorean y ensalzan con gritos de “viva la Virgen guapa” y “viva la Madre de Lorca” a las dos imágenes en el desfile bíblico del Viernes Santo que tiene lugar en una calle principal de la ciudad preparada para ello y que se denomina “La Carrera”.
En este desfile del viernes Santo y en los del resto de la semana participa el pueblo de Lorca y se recrean imágenes con emperadores romanos, tropas egipcias, dioses romanos en imponentes carrozas, cuadrigas, caballos y caballistas, ricos mantos bordados en seda y oro, capetas, y lujosos estandartes...