Una de las características de Lledó es que se encuentra en una colina, lo que le confiere una bella estructura en forma de ladera. La Plaza Mayor del pueblo es un buen ejemplo de esto, y es que está compuesta por distintos niveles.
Al igual que los demás municipios de la comarca de Matarraña, cuenta con una iglesia gótica del siglo XIV. En concreto, esta está dedicada a Santiago Apóstol y recientemente ha sido declarada Bien de Interés Cultural. También hay en su sino un Castillo de la época medieval, una bonita ermita y una Casa Consistorial, todo construcciones que vale la pena contemplar.
Cuenta con vistas excepcionales de los puertos de Beceite. Uno de sus puntos fuertes para aquellos que persguien la tranquilidad total es que es una de las localidades más pequeñitas de la zona. El río Algás recorre todo el extremo oriental del término municipal. El río ha imprimido en el territorio los llamados Tolls: pozas que se utilizan como piscina natural durante el verano.
Existe en el pueblo, además una carrasca famosa: el árbol mide 11 metros, y el diámetro de su copa llega a los 20 metros. Respecto a la gastronomía, destaca su actividad vitivinícola.