El Massís de les Gavarres y el de Cadiretes protegen pacientes, calmados, uno de los lugares más conocidos del Gironès. Entre el mar y la montaña, Llagostera encierra secretos naturales y una larga historia que ha dejado huella en su patrimonio arquitectónico. Y los encierra todos entre la muralla del siglo XV, declarada patrimonio de interés nacional.
Su privilegiada situación, cercana a las calas de la Costa Brava y a los pies de les Gavarres, convierte Llagostera en un lugar ideal para practicar excurionismo y senderismo. Es especialmente recomendable la Ruta del Carrilet, de baja dificultad, perfecta para hacer en bici o a pie. Atravesando el municipio, la ruta une Olot con la Costa Brava, pasando por Girona.
Fortalezas del siglo XV, edificios modernistas y grandes masías a unos pocos pasos de Tossa de Mar, Caldes de Malavella o Santa Cristina d'Aro, convierten Llagostera en un buen lugar donde disfrutar de la naturaleza y de la historia.