El núcleo actual sobre el que se asienta la villa de Ledesma sigue siendo el mismo emplazamiento que ya ocuparan los vettones, cultura celta del centro de Europa, ya en el siglo VI a. C.
Los romanos luego utilizaron el mismo núcleo, rodeada de forma natural por el río Tormes.
Pero fue a mediados del siglo XII cuando Ledesma es repoblada y conquista por los castellanos, reinan el ambicioso monarca Fernando II de León.
Esta histórica villa es hoy un amplio término municipal situado en la franja septentrional de Salamanca, en la comarca homónima, a 780 metros de altitud sobre el nivel del mar.
A tan sólo 35 kilómetros de la capital charra, Ledesma se extiende sobre un espacio geográfico que alcanza los 142 kilómetros cuadrados aproximadamente.
El conjunto municipal queda conformado y constituido por varios núcleos de población como los de Nóguez, La Vadima o Zorita entre otros, alguno de ellos ya despoblados.
La anécdota: fue durante la época de dominación romana cuando se estableción el topónimo del lugar que hoy conocemos. Deriva en último término del nombre propio del cónsul Bleto que dominó la villa, dando luego lugar Betisa (o Bletisama) > Letisa (o Letisama)> Ledesma.
En el último tercio del siglo XX Ledesma fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, por lo que visitar su rico patrimonio será una buena manera de ocupar nuestro paso por Ledesma, recomendando muy especialmente el Puente Nuevo sobre el río Tormes, el perímetro amurallado de la antigua villa medieval fortificada y el Castillo de Ledesma, La Fortaleza, obra del siglo XII.