En el corazón de la Sierra de Cuenca se esconde uno de los rincones con más valor paisajístico de su provincia. De piedra caliza, sus contornos se han definido de manera magistral por erosión, dejando paso a una arquitectura natural de formas vivas y mágicas.
Las Majadas esconde parajes de formas caprichosas, con el encanto único de los puentes de piedra natural, de los arcos y de las formas imposibles. Y en estos cortados calizos, son las mismas formas las que crean un mirador natural que el ayuntamiento ha cuidado y donde actualmente anida el buitre leonado. Además, el Hosquillo ofrece la posibilidad de conocer detalladamente la fauna de la zona y disfrutar de la pureza de un rincón que conserva toda la vida, que respira sin más.
Un pulmón cercano a Cuenca, la posibilidad de visitar la capital de la provincia, declarada Patrimonio de la Humanidad, son solo algunas de las maravillas que Las Majadas nos ofrece.