La Vera, conocida por su pimentón, condimento imprescindible en la gastronomía española, posee paisajes de gran belleza y pueblos que han preservado la esencia de la arquitectura popular. Su nombre está íntimamente ligado al emperador Carlos V que, a mediados del siglo XVI, se retiró en el monasterio de Yuste para pasar los últimos años de su vida.
De la sierra de Gredos recibe agua abundante, visible en gargantas, riachuelos, piscinas naturales y charcas. La benignidad del clima y la frondosa vegetación, en la que abundan robles, castaños, cerezos y olivos entre prados y huertos, son otros de sus atractivos.
El entorno natural de La Vera permite la práctica de numerosas actividades al aire libre, desde el baño en sus gargantas hasta el descenso de barrancos y cañones, escalada, piragüismo, bicicleta de montaña o senderismo.
Esta comarca destaca también por la belleza de sus pueblos, entre los que hay cinco que han sido declarados conjuntos histórico-artísticos, y su rico patrimonio inmaterial, plasmado en la música y las tradiciones orales.