Situado a 1.269 metros sobre el nivel del mar, el municipio de La Acebeda se halla ubicada dentro del perímetro de la Comunidad Autónoma de Madrid, en la zona más septentrional de la misma, lindando con los primeros pueblos castellanos y segovianos. Sus aproximadamente 57 habitantes se extienden sobre un verdoso territorio, con llanos y quebradas, de aproximadamente 23 kilómetros cuadrados, atravesados por una cantidad considerable de arroyos. Se encuentra a una distancia de Madrid de unos 90 kilómetros en total y se accede a través de la autovía A-1 ó mediante las líneas 196 (Plaza Castilla en Madrid) y 191B (de Lozoya del Buitrago). Como muchos municipios de esta zona septentrional, sus orígenes se han establecido tras la toma de Toledo el 1.085 del reino cristiano del norte a los musulmanes. Etimológicamente, el nombre hace referencia al paisaje de acebos que se encontraba en este territorio.
Monumentos y lugares de interés
El patrimonio histórico-artístico de esta localidad, aunque escaso, prueba fielmente la existencia de asentamientos cristianos durante la época medieval. Además, hay que destacar la singular gastronomía del municipio y su valor paisajístico en multitud de senderos que recorren los alrededores:
- La Fragua, testimonio de un modo de vida antiguo, donde la herrería era fundamental, tanto en para los hombres y sus quehaceres como para el ganado y sus necesidades.
- La iglesia de San Sebastián, probablemente data de los siglos XVI-XVII dadas algunas de las soluciones arquitectónicas post-románicas allí desarrolladas, de factura barroca.
- Las muestras de arquitectura civil visibles en el conjunto del pueblo.
- El Santuario de la Fuente del Saz, junto al arroyo de la Dehesa.
Fiestas y tradiciones
Las principales celebraciones en La Acebeda son:
- La fiesta de Nuestra Señora de la Virgen Blanca, que se celebre durante el mes de julio, con muestras de danzas y gastronomía típicas de la tradición acebedenca.
- Las fiestas de San Miguel, que tienen lugar al término del mes de septimbre, donde los visitantes podrán impregnarse del ambiente de verbena que estimulan los habitantes.