El Tolmo de Minateda (en Hellín, Albacete) fue una necrópolis que dejó huellas de sus distintas fases de asentamiento, con vestigios romanos, íberos y musulmanes.
Entre sus restos encontramos diferentes construcciones defensivas de los pueblos que la habitaron.
El lugar dominaba el paso de la zona costera del sureste al interior de la Meseta por la vía romana Complutum-Carthago Nova.
A destacar las pinturas rupestres, de 6000-3000 a.C. en la margen derecha del arroyo de Minateda se encuentra el conjunto arqueológico del mismo nombre. En torno al Abrigo Grande se localizan otra serie de abrigos menores, hasta cinco, que componen este rico conjunto. Se puede observar tanto el estilo naturalista levantino, con escenas de caza y animales, como el estilo esquemático, más lineal y geométrico.
De especial interés son los dieciséis metros de longitud en los que se extienden las pinturas del Abrigo Grande. Recorriéndolos podremos apreciar figuras de animales -ciervos, caballos, cabras…-, y humanas: hombres o mujeres con tocados, vestidos, y adornos corporales.
El Tolmo se encuentra temporalmente cerrado.