Lo mudéjar y lo gótico, entre otros estilos, se dan cita en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad. En él se guardan importantes libros, bordados, relicarios, orfebrería y obras de pintores como Francisco de Zurbarán, El Greco, Francisco de Goya, Juan de Flandes, Egas Cueman o Juan Correa de Vivar.
Es recomendable visitar sus diferentes dependencias (la iglesia de Nuestra Señora y su bellísimo retablo, el claustro mudéjar con su templete, el claustro gótico, la sacristía, la sala capitular, el camarín…) y sus museos: el de Esculturas y Pinturas, situado en la antigua repostería del monasterio, muestra una colección de fondos pictóricos y escultóricos del santuario que va desde el siglo XV al XIX; el de Libros Miniados, en la antigua sala capitular, reúne una colección de cantorales con decenas de libros de grandes dimensiones y comprende obras producidas desde finales del siglo XIV y XVI hasta el XVII; y el de Bordados, ubicado en el antiguo refectorio de los Jerónimos, inaugurado en 1928 por el rey Alfonso XIII.
En él se exponen más de doscientas piezas, las más antiguas del siglo XV, que son vistosos ornamentos sagrados salidos del taller de bordados de Guadalupe.