Gramós es una aldea situada en el Vall d’Elins entre Sort y la Seu d’Urgell, en el pirineo de Lleida.
Lo curioso del pueblo es que solo tiene una habitante, y se lo conoce como el pueblo renacido, porque esta habitante volvió al pueblo para reformarlo, y también vende mermeladas y quesos caseros.
La escasa decena de casas que conforman Gramós, fueron abandonadas en los años cincuenta del siglo XX, y apenas quedan unas ruinas de ellas. Es un sitio perfecto para desconectar y disfrutar de la tranquilidad de un pueblo vacío.