Rodeados de un paisaje dispar, se encuentran unos 198 dólmenes, según el Patronato de Turismo, aunque otras fuentes elevan esta cifra hasta 240. Están distribuidos entre las diez necrópolis que rodean la localidad y que conforman en su conjunto un paisaje único.
Al echar la vista atrás, los historiadores cuentan que en la depresión natural del arroyo de Gor se asentaron a principios del V milenio numerosas poblaciones neolíticas. Sus hombres vivían en casas excavadas en las laderas y adoraban a dioses ligados a la vida y la muerte, la resurrección y la fecundidad. Por ello, enterraban a sus muertos en unas construcciones muy peculiares: los dólmenes. Unos túmulos funerarios que han llegado hasta nuestros días y que en esta zona de la provincia granadina se conservan en "buenas condiciones". Convirtiéndose además en un legado de un gran valor.
En Gorafe, donde concentran más estructuras de este tipo en España y de las más numerosas de Europa, destaca la diversidad de estas piezas. De planta cuadrangular, poligonal, trapezoidal, pentagonal y rectangular.
Para estas estructuras se utilizaron grandes piedras que son las que más llaman la atención de quien hacen algunas de las rutas señaladas. En los dólmenes se han encontrado diferentes ídolos de muy distintas formas que ponen de manifiesto, como ya se ha apuntado, la creencia del hombre megalítico en dioses ligados a la vida y la muerte y la resurrección.
Las excavaciones han sacado a la luz, por otra parte, objetos como collares de cuentas de hueso, piedra, conchas y metales, pulseras, anillos, flechas de distinta tipología, cuchillos de síles, vasos cerámicos y huesos humanos.
Muchas curiosidades y una gran oportunidad de pasear por el campo rodeado de historia funeraria y de modos de vida. Eso lo saben en las administraciones granadinas y por supuesto en Gorafe. Por eso se apostó por el primer Parque Temático sobre Megalitismo de España. La administración local lleva trabajando en esta iniciativa desde 1999, y tiene un centro de interpretación para complementar las rutas que recorren la mayor concentración de túmulos funerarios en la península.