El geoparque Villuercas-Ibores-Jara forma parte desde septiembre de 2011 de las redes europea y global de geoparques, auspiciadas por la UNESCO.
Su declaración se debe en gran medida a la conservación de un patrimonio geológico de enorme valor, dominado por un macizo montañoso extenso (2.544 kilómetros cuadrados), con más de cuarenta geositios de indudable valor por la riqueza paleontológica, los pliegues y fallas, las formas erosivas y sedimentarias, el pasado minero o por constituir un monumento natural, como es el caso de la cueva de Castañar de Ibor.
Buena parte de los geositios son accesibles siguiendo los itinerarios diseñados al efecto, ya sea a pie, a caballo, en bicicleta de montaña o en vehículo todo terreno.
En este geoparque extremeño existen varios centros de interpretación que explican las características y las posibilidades de ocio y disfrute de su territorio.