El franciscano Convento de San Antonio de Padua, fundado en 1476 por el Conde de Alba de Aliste, se encuentra actualmente en ruinas.
La Iglesia, renacentista, con bóveda de crucería, es de una sola nave y ábside poligonal, con dos capillas laterales a cada lado, dos renacentistas (con friso, pilastras y cruz en el remate) y otras dos platerescas (con balaustres, tondos, y cornisa con flameros y atlantes). En ellas se encontraban los enterramientos de los Condes, adornados con estatuas orantes de alabastro. El coro se asienta sobre un atrevido arco escarzano. En el muro oeste se abre la puerta principal del templo, con una ventana encima para iluminar el coro. Hay otra puerta en la fachada norte, en arco apuntado, que debió aprovecharse de la construcción primitiva. En la parte exterior se contempla un escudo de armas de la Casa de Alba de Liste, y en su parte inferior se encuentra labrada la figura de Don Enrique Enríquez, con dogal al cuello, en señal y recuerdo de su prisión en el cerco de Toro.
El claustro es de sobrio estilo renacentista. La parte baja tiene pilares cuadrados de sillería rematados con tres arcos de medio punto a cada lado, con bóveda de arista y saliente moldura, sobre los que corre una galería de cinco columnas de orden toscano sobre plintos en cada ala, además de las cuatro fundidas, correspondientes a las esquinas. La columnata del claustro alto sostiene una cornisa adornada con triglifos y metopas lisas. En los muros del claustro bajo existieron pinturas al fresco, hoy destruidas, con escenas de milagros y pasajes de las biografías de frailes franciscanos y leyendas explicativas.
[Wikipedia]